Capítulo
11
Dos semanas
después de que me Luca me saque de casa, llego a casa después de
mis prácticas.
-Miguel ya estoy
en casa. Vete sacando el libro de biología- le grito a mi hermano
según entro por la puerta de casa. Saludo a Sami. Hoy he llegado mas
tarde a casa, me ha tenido que traer mi tutor. Además he tenido dos
pacientes mas en el ultimo momento. Espero no llegar tarde para
ayudarle.
-estoy arriba-
me dice mi hermano. No veo a mi padre ni a mi madre, así que subo
directamente arriba. Entonces le veo. Esta sentado en la mesa de MI
cuarto, junto a MI hermano (sí, estáis leyendo bien). Que es lo que
quiere este maldito tío ahora?
-hola- saludo a
mi hermano. Me acerco y le beso en la cabeza. Hecho una mirada hacia
Luca y muevo la cabeza para saludarle.
-Miguel podemos
hablar un momento?- le digo segundos después.
-claro- dice
algo desconcertado.
-vamos a tu
cuarto- digo algo rígida. En cuanto he terminado de hablar me voy
hacia la puerta del cuarto de mi hermano, sin mirar atrás. No quiero
perderme en los ojos de Luca. La abro y paso. Mi hermano viene tras
de mi.
-que
pasa Ana?- me pregunta. Creo que le ha molestado que le haga
levantarse. Parecía bastante cómodo.
-que
hace el aquí?- le pregunto, remarcando claramente el “ÉL”
-necesita
que le des clases a el también- me dice con voz casual.
-no
no no- niego con la cabeza. Esto no puede estar pasando.. no puedo
tener a este chaval hasta en la sopa..
-Ana son solo
clases- dice mi hermano mientras me abraza.
-puuff no hay
manera de que se vaya no?- digo. La respuesta es que no, claro.
Seguro que mi padre está detrás de todo. A lo mejor así
conseguimos por lo menos estar en la misma habitación sin que yo
sienta la necesidad de lanzarle puñaladas traperas. No, no creo, eso
es estúpido. Deja de divagar, Ana.
-no.. papa cree
que es buena idea que le des clases a el también contesta mi
hermano. Veis! Lo sabía! Papá tenía que estar detrás de todo
esto.
-pero.. para que
la necesita?- pregunto confundida. Aparto de mi mente la idea de mi
padre diciéndole a Luca que venga a casa a estudiar conmigo. No
entiendo nada. El chico parece tener dos o tres años mas que el. La biología que le voy a dar a mi hermano es a nivel de bachiller no de
carrera o lo que el necesite..
-por lo visto va
a hacer la selectividad el también dice mi hermano. Abro los ojos de
par en par y casi me echo a reír Me parece de mala educación por si
Luca me escucha así que pongo mi mano en mi boca y ahogo una pequeña
y disfrazada risa, entre irónica y divertida.
-como??- digo.
Mi voz suena a sorpresa y reproche.- que no tiene echa la
selectividad?- bah lo que me faltaba. Esta con mi padre y no tiene ni
echa la selectividad.. No se en que pensaba mi padre cuando le cogió para el trabajo...
-bueno no se muy
bien como es el lío que tiene.. me ha dicho algo sobre que el no ha
estudiado en España, sino en alguna cuidad de Italia porque sus
padres son de ahí. Y quiere estudiar en España y le piden la
selectividad o quiere estudiar una carrera y necesita la
selectividad. Algo raro Ana, no he prestado mucha atención dice mi
hermano. Le ha debido importar bien poco lo que le ha contado Luca.
Le sonrío. A lo mejor simplemente lo ha dicho para hacerme sentirme
bien, eso es muy propio de mi hermano. Me cuida. Miro hacia la puerta
cerrada que da a mi habitación y suspiro. Bueno, tendré que
soportarle..
-esta bien
vamos- le digo abriendo la puerta y pasando a mi cuarto.
-antes de nada
Luca dime en que asignaturas tengo que ayudarte. Me tengo que
organizar- digo sin mirarle directamente a los ojos. No me apetece
nada ayudarle, pero no puedo elegir no?
-me tengo que
examinar de todas las que se examinara tu hermano, así que bueno si
no te importa que este con vosotros cuando le expliques algo- dice
Luca. bueno es majo. No quiere darme mas trabajo. O simplemente es
majo porque le voy a dar clases y como me moleste le mando a paseo.
-te vas a
examinar de las mismas que Miguel?- le pregunto. Cojo una silla y me
coloco entre ambos. Cojo un folio y me dispongo a escribir.
-si las mismas
no? Miguel?- dice Luca mirando a mi hermano.
-si las mimas y
física, yo no voy a hacerla, pero Luca si quiere por si le puede
subir algo- aclara mi hermano. Asiento y escribo en mi folio.
-Miguel tu
tienes matemáticas, biología, química, historia, filosofía, lengua e
ingles no?- digo mientras lo escribo en la hoja. Me se de memoria ya
sus asignaturas.
-si pero para
selectividad me voy a quitar filo- me dice. Es verdad, lo había
olvidado.
-y tu? te vas a
examinar de filosofía?- le miro a los ojos. Son muy bonitos.. y casi
me hipnotizan. Pero no caigo. Bajo la mirada en cuanto puedo y miro
sus labios. Bueno creo que es incluso peor mirarle los labios. Son
muy sexys. Dan ganas de besarlos. Eeh! Pero que dices! Le odias! Me
digo a mi misma.
-no se que voy a
elegir. En eso estoy algo perdido- contesta. Enarco una ceja. El
contesta enarcando también una de sus cejas, en concreto la derecha.
-no te preocupes
luego lo miramos- le digo. Ui! Que maja estoy siendo! Será que me
gustan los retos...
-vale entonces..
tu Luca te examinaras de lengua, mates, bio, química, física y luego
historia o filosofía- digo mientras lo apunto.
-e inglés Ana!-
me recuerda mi hermano.
-ah si lo siento
me lo he saltado- digo apuntando al final de la lista el ingles.-vale
ya esta todo- digo leyendo la lista.
-esperad un
momento... inglés también?- pregunto dándome cuenta de que es
posible que no tenga ni idea de inglés.
-Sí, inglés
también, pero Luca sabe- me dice mi hermano. Asiento y cambio de
tema, dando el inglés por zanjado.
-si te parece
bien, para no perder tiempo hoy vamos a seguir tal como voy con mi
hermano. Mañana pásate por casa pronto, en cuanto te despiertes y
miramos como nos organizamos vale?- le digo. Por el no voy a cambiar
el ritmo de mis clases, así que se tendrá que esforzar por alcanzar a mi
hermano.
-Vabbè.
Vale,
sí, tranquila- me dice. Se que me da las gracias con su mirada. No
me preguntéis como lo sé, pero simplemente lo sé. Me ha dejado leer
algo en ellos, algo que no es el vacío de siempre. Era
agradecimiento.
-pues empecemos-
digo. Y les explico la biología de ese día, enzimas, reacciones
químicas, el ADN.. un royo, pero es lo que toca..
Las horas se
pasan volando y cuando quiero darme cuenta estoy metida en la cama,
empezando a soñar.
* * *
Sigo soñando
cuando oigo que alguien llama a la puerta. Pero que coño? Quien
llama a las ocho de la mañana a mi puerta? Gruño e intento decir
un: adelante aunque me sale otra palabra completamente diferente. La
persona macabra que me acaba de despertar entra en mi habitación y no
es mas ni menos que Luca. ¡Yujuu!
-Ciao-
me dice en un susurro. Su voz suena despejada. Me quedo quieta. A lo
mejor es un sueño. si.. debe serlo.. como va a estar aquí tan
temprano? Me giro sobre mi misma con los pelos sobre la cara y le
miro entrecerrando los ojos. Si, es el. Me pellizco.
-no
es un sueño, sono
reàle.
Soy
real-
me dice Luca con voz chulesca.
–Como
me temía.. –susurro para mi mas que para que el lo escuche. El
ríe. Le miro furibunda.
-que te parece
si te quedas por aquí viendo una peli o algo y yo sigo durmiendo?-
es mas una afirmación que una pregunta. O bueno.. una orden.
-me dijiste que
viniera nada mas levantarme- dice el a modo de respuesta.
-pensaba que harías como yo, levantarte a las mil, no a las 5 de la mañana-
contesto malhumorada. Me ha despertado de mi sueño!
-me he
despertado a las siete, perdona que te diga- me matiza.
-la hora que
sea. Me da igual- digo enfadada.
-no
te preocupes, me bajo con tu madre a desayunar, tú riposi-
dice al final mientras sale de la habitación y da un portazo. No me
ha dado tiempo ni a protestar.
Ahora me siento
mal. Puñetero inútil.. no podría haber dormido mas? O no podría haber pensado que yo estaría dormida? Seguro que ha venido tan pronto
por molestarme. No piensa en los demás el idiota. Me levanto. Total
ya no me voy a poder dormir. Me pongo una camisa que le coíi prestada
a mi padre hace unos años ya. Me dejo puesto mi pantalón de dormir y
bajo descalza a la cocina. Ya es de dia.
-hola mama-
saludo a mi madre. Esta sentada en la cocina hablando con Luca. Éste
me sonríe al verme.
-hola cielo, que
pronto te has levantado hoy- me dice. Bien mama mete el dedo en la
yaga.
-ha sido Luca
quien me ha despertado- digo furiosa mientras le fulmino con la
mirada.
-mejor así madrugas- dice mi madre. Cállate mamá.. no sigas por ahí porque
terminare saltando. Veras..
-habéis
desayunado ya?- pregunto. Aunque se que no lo han hecho porque tan solo
hace cinco o diez minutos que Luca ha irrumpido en mi cuarto.
-no- dice mi
madre. Luca niega con la cabeza pero no me habla. Mejor.
-voy a hacer
tostadas, queréis?- pregunto a los dos.
-si vale, hazme
una- dice mi madre. Miro a Luca
-yo
dos prego-
me dice. Me mantiene la mirada. Pero como se atreve! Pero es que no
puedo quitar la mirada de esos ojos. En cuanto paso más de dos
segundos mirándole, ya me han cautivado y no puedo dejar de mirarlos
a no ser que él aparte su vista primero. Espero a que él aparte la
mirada para hablar.
-vale- digo. No
hace falta que ayudéis ehh! No os levantéis! Tranquilos! Me voy a la
nevera a por la mantequilla y de paso saco un trozo del brownie que
hice con Miguel hace unos días. No pensaba comérmelo pero después de
hacer tostadas para el chico, creo que me lo merezco. Lo meto en el
microondas para que se caliente mientras saco el pan de molde y me
pongo a hacer las tostadas. Desayunamos y subimos a mi cuarto.
-bueno a ver..
me vas a contar por que tienes que hacer selectividad, si ya trabajas
y tienes unos.. tres años mas que yo?- pregunto a Luca. Soy algo
cotilla. Ya que le voy a dar clases, creo que es justo saber a quien
ayudo.
-no creo que eso
sea de tu incumbencia- me contesta. Sera borde el tío.
-bueno es el
plus por ayudarte a estudiar- digo. No me voy a dar por vencida. Si
quiere que le ayude debería contármelo, es lo justo pienso.
-no creo que sea
justo- dice. Le miro a los ojos. Me esta fulminando con los ellos. Oh
genial ahora esta hostil.. pues mas puedo llegar a ser yo.
-bueno pero es
lo que yo quiero. Me parece justo que me cuentes porque te tengo que
ayudar- le digo.
-Eccolo.
Exacto..
te contare porque me tienes que ayudar. Me tienes que ayudar porque
sin ti no creo que sea capaz de aprobar la selectividad en
septiembre- me dice. Así que va a evitar mi pregunta. Vale eso ha
querido el.
-no es lo que yo
buscaba así que no te voy a dar clases hasta que decidas contármelo-
digo. Oh que cosa mas de niña de diez años he dicho. Pero lo dicho
dicho esta. El se levanta y se dirige a la puerta sin siquiera
mirarme.
-espera!- le
digo antes de que salga por la puerta. Joder no se por que he dicho
esa puñetera palabra. Se gira y me mira. En sus ojos veo alegría y
algo de engreimiento. Se piensa que ha ganado. No se que decirle, así que me quedo callada. Enarca una ceja, esperando a que hable, pero yo
no lo hago y me quedo mirándole. Esta muy bueno la verdad. Aunque
bueno eso ya lo sabía antes. Como no digo nada el suspira y se vuelve
a girar para abrir la puerta. Mierda no se si quiero que se quede o
que se vaya..
-ven- le digo.
No esperaba que de mi boca saliera esta palabra.
-de verdad?-
pregunta. Puedo distinguir un ligero rastro de sorpresa en su rostro.
Asiento y vuelvo a repetir la misma palabra -ven-.
Se vuelve a
sentar en la silla que hacia unos minutos ocupaba.
-volvamos a
empezar- digo con un suspiro.
-Vabbè.
De
acuerdo-
me contesta.
-me has dicho
que te vas a presentar en septiembre no?- le pregunto.
-si-
me contesta secamente Luca.
-por algo en
especial?- pregunto. No se a todo el mundo le gusta presentarse en
junio que es cuando hay plazas..
-no creo que me
de tiempo a estudiar todo de aquí a junio- contesta el. Si no ha
empezado es verdad que iremos mas apurados pero bueno se puede
intentar.
-podemos
intentarlo, si quieres- digo. Me mira sin entender enarcando una ceja
y sonrie de forma chulesca -me refiero a que te presentes en junio-
aclaro. Mis mejillas se sonrojan, noto como arden. Desvío mi mirada
a mi escritorio.
-crees que
podre?- pregunta sin más.
-lo veremos
cuando llevemos un par de semanas estudiando juntos- le contesto.
-È
ok.
Está bien.
Ci prova.
Probemos-
me dice.
-vale genial.
Otra cosa, entre historia y filosofía?- pregunto.
-no se cual se
me da mejor- dice. Me mira a los ojos. Se que me desafía con la
mirada. Lo siento.
-a mi me parece
mas fácil historia. En filosofía es más fácil que confundas un
pensamiento de un autor con otro- le digo. Vamos al menos es lo que
me pasaba a mi cuando lo estudie.
-crees que es
mas fácil historia?- me pregunta. No le veo convencido.
-haremos una
cosa- le digo. Me mira esperando que siga con la frase. Me paso la
lengua por los labios para humedecerlos y sigo hablando -te dejo
apuntes de historia y filosofía. Leetelos y dentro de una semana
quiero que me digas que has decidido-.
-Vabbè-
dice tranquilo. A estas alturas, ya no se me hace raro escucharle
hablarme solo en italiano. Y yo, aunque en su día aprendí, se me
hace raro oírlo casi todos los días ahora.
-alguna vez has
dado matemáticas, biología, química y física no?- pregunto. Como
tenga que empezar de cero vamos mal.
-todas menos
física- contesta. Frunzo el ceño. -algún problema por eso?-
pregunta.
-no. pero física
nos llevara mucho tiempo- digo. Así que genial me pasare horas y horas
encerrada en mi cuarto enseñando a mi archienemigo física. Yuju!! es
lo mejor que me podría pasar a parte de vivir en Alaska. Las demás
asignaturas, las lleva bien, al menos. Eso me quita algo de trabajo
con él. Cuanto menos pueda verle, mucho mejor para mi estado de
salud mental.
*
* *
Otro
día más pasa, y otro y otro... Total que casi ha pasado una semana.
He visto a Luca y le he dado clases. Ya no me desespero tanto como al
principio cuando le tengo a mi lado. Respiro para tranquilizarme e
intento no contestarle nunca borde.
Hoy
es... Viernes, o sábado, aunque qué más da, todos los días son
iguales. Me he levantado casi a la misma hora de siempre, he
desayunado cereales, me he duchado, he salido a jugar con Sami, mi
hermano, Ángel y Ainhoa y ahora mismo estoy sola frente a mi
ordenador sin saber qué hacer.
–Me
aburro –digo en voz alta a nadie.
–¡Ana!
Hemos tenido una idea, baja –me pide Ángel, lo sé por su tono de
voz. Si fuera mi hermano sonaría más grave, el tono de Ángel es
algo más agudo. Por un momento siento que en mi garganta se forman
las letras equivocadas. Abro la boca y siento que de ella va a salir
un “Dai!”
como diría Luca. (aunque no sé si en esta ocasión esa palabra
serviría). Cierro la boca y aprieto la mandíbula.
–¡Voy!
–contesto mientras cierro la tapa de mi ordenador sin ni siquiera
apagarlo. Cuando bajo, me encuentro a mi hermano y a mis dos amigos,
esperándome.
–Decidme
–pido.
–¿Aburrida?
–pregunta Ainhoa mientras me coge de la mano.
–Un
poco. Quería estar un tiempo sola arriba, pero la verdad que ha sido
una tontería –admito.
–Hemos
pensado ir a jugar a los bolos. Miguel ha visto en internet que hay
por aquí cerca un pequeño centro comercial donde hay bolera –dice
Ángel entusiasmado. Les miro a todos fijamente y finalmente termino
cediendo y sonrío ante su propuesta.
–¿Bolos?
¿Por qué no? –digo.
–Genial.
Creo que papá y mamá también quieren venir –dice mi hermano.
–Cuantos
más mejor –es lo único que se me ocurre contestar.
En
menos que canta un gallo, salimos todos por la puerta; y cuando digo
todos, me refiero a todos, sin excepciones. Es decir, Sami también
viene. Nos subimos todos en la furgoneta y nos vamos hacia el centro
comercial que dice haber encontrado Miguel en internet. Ponemos la
dirección en el GPS del móvil de mi hermano y vamos dirigiendo a mi
padre hasta llegar a lo que se supone que es allí un centro
comercial. Un edificio de dos alturas, pequeño. Dentro de él,
cuatro pequeñas tiendas y una bolera. Enarco una ceja, en señal de
protesta, pero Ainhoa me pega un codazo. La miro enfurruñada, pero
dejo de quejarme.
Pasamos
una tarde genial, he de reconocerlo. Y además sin Luca. ¡Mierda!
Tengo que dejar de pensar en él a todas horas. Si está, porque está
y si no está porque no está.. Dios mío Ana, no sé que le pasa a
esa cabecita loca que tienes...
La
primera vez que tiro la bola, ésta va a un lateral, sin apenas rozar
un solo bolo. Pero eso les pasa a casi todos los demás. Nos reímos,
intentando ver cómo tiran los demás y poco a poco le vamos cogiendo
el tranquillo, aunque algo tarde. Allá por la séptima partida.
–Ana,
tú no tiras como los demás –me dice Ángel. Miro la forma en que
cojo la bola.
–¿Cómo
tiran los demás? –pregunto inocentemente.
–Así
–dice Ángel cogiendo una bola y poniéndose en posición de tirar.
–¡Aahh!
–digo mirando mi mano. La palma de mi mano mira hacia atrás,
mientras la de Ángel mira al frente.–. Pues no sé, siempre he
cogido así la bola, digo mirando mi mano y la suya.
–Probaré
con tu técnica –me dice Ángel
–Y
yo con la tuya –digo acercándome a la pista para tirar. Coloco la
mano como he visto que la tenía Ángel. Cojo fuerza y echo mi brazo
hacia atrás. Después dejo que la gravedad deslice mi brazo hacia
delante. En cuanto este pasa por la línea media de mi cuerpo, mi muñeca instintivamente se gira y lanzo la bola haciendo una
extensión de muñeca, que me sale solo.
Termino
ganando la partida, aunque no sé muy bien cómo, pues soy un poco
manca para los bolos. Vamos, que mis padres, mi hermano, y mis amigos
son más mancos y yo.. Y eso ya es decir.
*
* *
Otro
día más pasa, familiar. Estamos todos en casa, viendo la televisión
y hablando de todos los temas que se nos ocurren. Yo suelo escuchar
todo, paseando mi mirada de uno a otro. Me gusta solamente escuchar y
ver las “peleas” sobre diferentes puntos de vista, la
conversaciones en las que todos están de acuerdo en todo... (que
suelen ser pocas). Sonrío al ver a mi familia junto a mis mejores
amigos, todos juntos. Sami en mi regazo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario