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lunes, 11 de marzo de 2013

ABRIENDO LOS OJOS - Ana (Cap. 11)


Capítulo 11

     Dos semanas después de que me Luca me saque de casa, llego a casa después de mis prácticas.
-Miguel ya estoy en casa. Vete sacando el libro de biología- le grito a mi hermano según entro por la puerta de casa. Saludo a Sami. Hoy he llegado mas tarde a casa, me ha tenido que traer mi tutor. Además he tenido dos pacientes mas en el ultimo momento. Espero no llegar tarde para ayudarle.
-estoy arriba- me dice mi hermano. No veo a mi padre ni a mi madre, así que subo directamente arriba. Entonces le veo. Esta sentado en la mesa de MI cuarto, junto a MI hermano (sí, estáis leyendo bien). Que es lo que quiere este maldito tío ahora?
-hola- saludo a mi hermano. Me acerco y le beso en la cabeza. Hecho una mirada hacia Luca y muevo la cabeza para saludarle.
-Miguel podemos hablar un momento?- le digo segundos después.
-claro- dice algo desconcertado.
-vamos a tu cuarto- digo algo rígida. En cuanto he terminado de hablar me voy hacia la puerta del cuarto de mi hermano, sin mirar atrás. No quiero perderme en los ojos de Luca. La abro y paso. Mi hermano viene tras de mi.
-que pasa Ana?- me pregunta. Creo que le ha molestado que le haga levantarse. Parecía bastante cómodo.
-que hace el aquí?- le pregunto, remarcando claramente el “ÉL”
-necesita que le des clases a el también- me dice con voz casual.
-no no no- niego con la cabeza. Esto no puede estar pasando.. no puedo tener a este chaval hasta en la sopa..
-Ana son solo clases- dice mi hermano mientras me abraza.
-puuff no hay manera de que se vaya no?- digo. La respuesta es que no, claro. Seguro que mi padre está detrás de todo. A lo mejor así conseguimos por lo menos estar en la misma habitación sin que yo sienta la necesidad de lanzarle puñaladas traperas. No, no creo, eso es estúpido. Deja de divagar, Ana.
-no.. papa cree que es buena idea que le des clases a el también  contesta mi hermano. Veis! Lo sabía! Papá tenía que estar detrás de todo esto.
-pero.. para que la necesita?- pregunto confundida. Aparto de mi mente la idea de mi padre diciéndole a Luca que venga a casa a estudiar conmigo. No entiendo nada. El chico parece tener dos o tres años mas que el. La biología que le voy a dar a mi hermano es a nivel de bachiller no de carrera o lo que el necesite..
-por lo visto va a hacer la selectividad el también  dice mi hermano. Abro los ojos de par en par y casi me echo a reír  Me parece de mala educación por si Luca me escucha así que pongo mi mano en mi boca y ahogo una pequeña y disfrazada risa, entre irónica y divertida.
-como??- digo. Mi voz suena a sorpresa y reproche.- que no tiene echa la selectividad?- bah lo que me faltaba. Esta con mi padre y no tiene ni echa la selectividad.. No se en que pensaba mi padre cuando le cogió para el trabajo...
-bueno no se muy bien como es el lío que tiene.. me ha dicho algo sobre que el no ha estudiado en España, sino en alguna cuidad de Italia porque sus padres son de ahí. Y quiere estudiar en España y le piden la selectividad o quiere estudiar una carrera y necesita la selectividad. Algo raro Ana, no he prestado mucha atención  dice mi hermano. Le ha debido importar bien poco lo que le ha contado Luca. Le sonrío. A lo mejor simplemente lo ha dicho para hacerme sentirme bien, eso es muy propio de mi hermano. Me cuida. Miro hacia la puerta cerrada que da a mi habitación y suspiro. Bueno, tendré que soportarle..
-esta bien vamos- le digo abriendo la puerta y pasando a mi cuarto.
-antes de nada Luca dime en que asignaturas tengo que ayudarte. Me tengo que organizar- digo sin mirarle directamente a los ojos. No me apetece nada ayudarle, pero no puedo elegir no?
-me tengo que examinar de todas las que se examinara tu hermano, así que bueno si no te importa que este con vosotros cuando le expliques algo- dice Luca. bueno es majo. No quiere darme mas trabajo. O simplemente es majo porque le voy a dar clases y como me moleste le mando a paseo.
-te vas a examinar de las mismas que Miguel?- le pregunto. Cojo una silla y me coloco entre ambos. Cojo un folio y me dispongo a escribir.
-si las mismas no? Miguel?- dice Luca mirando a mi hermano.
-si las mimas y física, yo no voy a hacerla, pero Luca si quiere por si le puede subir algo- aclara mi hermano. Asiento y escribo en mi folio.
-Miguel tu tienes matemáticas, biología, química, historia, filosofía, lengua e ingles no?- digo mientras lo escribo en la hoja. Me se de memoria ya sus asignaturas.
-si pero para selectividad me voy a quitar filo- me dice. Es verdad, lo había olvidado.
-y tu? te vas a examinar de filosofía?- le miro a los ojos. Son muy bonitos.. y casi me hipnotizan. Pero no caigo. Bajo la mirada en cuanto puedo y miro sus labios. Bueno creo que es incluso peor mirarle los labios. Son muy sexys. Dan ganas de besarlos. Eeh! Pero que dices! Le odias! Me digo a mi misma.
-no se que voy a elegir. En eso estoy algo perdido- contesta. Enarco una ceja. El contesta enarcando también una de sus cejas, en concreto la derecha.
-no te preocupes luego lo miramos- le digo. Ui! Que maja estoy siendo! Será que me gustan los retos...
-vale entonces.. tu Luca te examinaras de lengua, mates, bio, química, física y luego historia o filosofía- digo mientras lo apunto.
-e inglés Ana!- me recuerda mi hermano.
-ah si lo siento me lo he saltado- digo apuntando al final de la lista el ingles.-vale ya esta todo- digo leyendo la lista.
-esperad un momento... inglés también?- pregunto dándome cuenta de que es posible que no tenga ni idea de inglés.
-Sí, inglés también, pero Luca sabe- me dice mi hermano. Asiento y cambio de tema, dando el inglés por zanjado.
-si te parece bien, para no perder tiempo hoy vamos a seguir tal como voy con mi hermano. Mañana pásate por casa pronto, en cuanto te despiertes y miramos como nos organizamos vale?- le digo. Por el no voy a cambiar el ritmo de mis clases, así que se tendrá que esforzar por alcanzar a mi hermano.
-Vabbè. Vale, sí, tranquila- me dice. Se que me da las gracias con su mirada. No me preguntéis como lo sé, pero simplemente lo sé. Me ha dejado leer algo en ellos, algo que no es el vacío de siempre. Era agradecimiento.
-pues empecemos- digo. Y les explico la biología de ese día, enzimas, reacciones químicas, el ADN.. un royo, pero es lo que toca..
Las horas se pasan volando y cuando quiero darme cuenta estoy metida en la cama, empezando a soñar.

* * *

Sigo soñando cuando oigo que alguien llama a la puerta. Pero que coño? Quien llama a las ocho de la mañana a mi puerta? Gruño e intento decir un: adelante aunque me sale otra palabra completamente diferente. La persona macabra que me acaba de despertar entra en mi habitación y no es mas ni menos que Luca. ¡Yujuu!
-Ciao- me dice en un susurro. Su voz suena despejada. Me quedo quieta. A lo mejor es un sueño. si.. debe serlo.. como va a estar aquí tan temprano? Me giro sobre mi misma con los pelos sobre la cara y le miro entrecerrando los ojos. Si, es el. Me pellizco.
-no es un sueño, sono reàle. Soy real- me dice Luca con voz chulesca.
Como me temía.. –susurro para mi mas que para que el lo escuche. El ríe. Le miro furibunda.
-que te parece si te quedas por aquí viendo una peli o algo y yo sigo durmiendo?- es mas una afirmación que una pregunta. O bueno.. una orden.
-me dijiste que viniera nada mas levantarme- dice el a modo de respuesta.
-pensaba que harías como yo, levantarte a las mil, no a las 5 de la mañana- contesto malhumorada. Me ha despertado de mi sueño!
-me he despertado a las siete, perdona que te diga- me matiza.
-la hora que sea. Me da igual- digo enfadada.
-no te preocupes, me bajo con tu madre a desayunar, tú riposi- dice al final mientras sale de la habitación y da un portazo. No me ha dado tiempo ni a protestar.
Ahora me siento mal. Puñetero inútil.. no podría haber dormido mas? O no podría haber pensado que yo estaría dormida? Seguro que ha venido tan pronto por molestarme. No piensa en los demás el idiota. Me levanto. Total ya no me voy a poder dormir. Me pongo una camisa que le coíi prestada a mi padre hace unos años ya. Me dejo puesto mi pantalón de dormir y bajo descalza a la cocina. Ya es de dia.
-hola mama- saludo a mi madre. Esta sentada en la cocina hablando con Luca. Éste me sonríe al verme.
-hola cielo, que pronto te has levantado hoy- me dice. Bien mama mete el dedo en la yaga.
-ha sido Luca quien me ha despertado- digo furiosa mientras le fulmino con la mirada.
-mejor así madrugas- dice mi madre. Cállate mamá.. no sigas por ahí porque terminare saltando. Veras..
-habéis desayunado ya?- pregunto. Aunque se que no lo han hecho porque tan solo hace cinco o diez minutos que Luca ha irrumpido en mi cuarto.
-no- dice mi madre. Luca niega con la cabeza pero no me habla. Mejor.
-voy a hacer tostadas, queréis?- pregunto a los dos.
-si vale, hazme una- dice mi madre. Miro a Luca
-yo dos prego- me dice. Me mantiene la mirada. Pero como se atreve! Pero es que no puedo quitar la mirada de esos ojos. En cuanto paso más de dos segundos mirándole, ya me han cautivado y no puedo dejar de mirarlos a no ser que él aparte su vista primero. Espero a que él aparte la mirada para hablar.
-vale- digo. No hace falta que ayudéis ehh! No os levantéis! Tranquilos! Me voy a la nevera a por la mantequilla y de paso saco un trozo del brownie que hice con Miguel hace unos días. No pensaba comérmelo pero después de hacer tostadas para el chico, creo que me lo merezco. Lo meto en el microondas para que se caliente mientras saco el pan de molde y me pongo a hacer las tostadas. Desayunamos y subimos a mi cuarto.
-bueno a ver.. me vas a contar por que tienes que hacer selectividad, si ya trabajas y tienes unos.. tres años mas que yo?- pregunto a Luca. Soy algo cotilla. Ya que le voy a dar clases, creo que es justo saber a quien ayudo.
-no creo que eso sea de tu incumbencia- me contesta. Sera borde el tío.
-bueno es el plus por ayudarte a estudiar- digo. No me voy a dar por vencida. Si quiere que le ayude debería contármelo, es lo justo pienso.
-no creo que sea justo- dice. Le miro a los ojos. Me esta fulminando con los ellos. Oh genial ahora esta hostil.. pues mas puedo llegar a ser yo.
-bueno pero es lo que yo quiero. Me parece justo que me cuentes porque te tengo que ayudar- le digo.
-Eccolo. Exacto.. te contare porque me tienes que ayudar. Me tienes que ayudar porque sin ti no creo que sea capaz de aprobar la selectividad en septiembre- me dice. Así que va a evitar mi pregunta. Vale eso ha querido el.
-no es lo que yo buscaba así que no te voy a dar clases hasta que decidas contármelo- digo. Oh que cosa mas de niña de diez años he dicho. Pero lo dicho dicho esta. El se levanta y se dirige a la puerta sin siquiera mirarme.
-espera!- le digo antes de que salga por la puerta. Joder no se por que he dicho esa puñetera palabra. Se gira y me mira. En sus ojos veo alegría y algo de engreimiento. Se piensa que ha ganado. No se que decirle, así que me quedo callada. Enarca una ceja, esperando a que hable, pero yo no lo hago y me quedo mirándole. Esta muy bueno la verdad. Aunque bueno eso ya lo sabía antes. Como no digo nada el suspira y se vuelve a girar para abrir la puerta. Mierda no se si quiero que se quede o que se vaya..
-ven- le digo. No esperaba que de mi boca saliera esta palabra.
-de verdad?- pregunta. Puedo distinguir un ligero rastro de sorpresa en su rostro. Asiento y vuelvo a repetir la misma palabra -ven-.
Se vuelve a sentar en la silla que hacia unos minutos ocupaba.
-volvamos a empezar- digo con un suspiro.
-Vabbè. De acuerdo- me contesta.
-me has dicho que te vas a presentar en septiembre no?- le pregunto.
-si- me contesta secamente Luca.
-por algo en especial?- pregunto. No se a todo el mundo le gusta presentarse en junio que es cuando hay plazas..
-no creo que me de tiempo a estudiar todo de aquí a junio- contesta el. Si no ha empezado es verdad que iremos mas apurados pero bueno se puede intentar.
-podemos intentarlo, si quieres- digo. Me mira sin entender enarcando una ceja y sonrie de forma chulesca -me refiero a que te presentes en junio- aclaro. Mis mejillas se sonrojan, noto como arden. Desvío mi mirada a mi escritorio.
-crees que podre?- pregunta sin más.
-lo veremos cuando llevemos un par de semanas estudiando juntos- le contesto.
-È ok. Está bien. Ci prova. Probemos- me dice.
-vale genial. Otra cosa, entre historia y filosofía?- pregunto.
-no se cual se me da mejor- dice. Me mira a los ojos. Se que me desafía con la mirada. Lo siento.
-a mi me parece mas fácil historia. En filosofía es más fácil que confundas un pensamiento de un autor con otro- le digo. Vamos al menos es lo que me pasaba a mi cuando lo estudie.
-crees que es mas fácil historia?- me pregunta. No le veo convencido.
-haremos una cosa- le digo. Me mira esperando que siga con la frase. Me paso la lengua por los labios para humedecerlos y sigo hablando -te dejo apuntes de historia y filosofía. Leetelos y dentro de una semana quiero que me digas que has decidido-.
-Vabbè- dice tranquilo. A estas alturas, ya no se me hace raro escucharle hablarme solo en italiano. Y yo, aunque en su día aprendí, se me hace raro oírlo casi todos los días ahora.
-alguna vez has dado matemáticas, biología, química y física no?- pregunto. Como tenga que empezar de cero vamos mal.
-todas menos física- contesta. Frunzo el ceño. -algún problema por eso?- pregunta.
-no. pero física nos llevara mucho tiempo- digo. Así que genial me pasare horas y horas encerrada en mi cuarto enseñando a mi archienemigo física. Yuju!! es lo mejor que me podría pasar a parte de vivir en Alaska. Las demás asignaturas, las lleva bien, al menos. Eso me quita algo de trabajo con él. Cuanto menos pueda verle, mucho mejor para mi estado de salud mental.

* * *

Otro día más pasa, y otro y otro... Total que casi ha pasado una semana. He visto a Luca y le he dado clases. Ya no me desespero tanto como al principio cuando le tengo a mi lado. Respiro para tranquilizarme e intento no contestarle nunca borde.
Hoy es... Viernes, o sábado, aunque qué más da, todos los días son iguales. Me he levantado casi a la misma hora de siempre, he desayunado cereales, me he duchado, he salido a jugar con Sami, mi hermano, Ángel y Ainhoa y ahora mismo estoy sola frente a mi ordenador sin saber qué hacer.
Me aburro –digo en voz alta a nadie.
¡Ana! Hemos tenido una idea, baja –me pide Ángel, lo sé por su tono de voz. Si fuera mi hermano sonaría más grave, el tono de Ángel es algo más agudo. Por un momento siento que en mi garganta se forman las letras equivocadas. Abro la boca y siento que de ella va a salir un “Dai!” como diría Luca. (aunque no sé si en esta ocasión esa palabra serviría). Cierro la boca y aprieto la mandíbula.
¡Voy! –contesto mientras cierro la tapa de mi ordenador sin ni siquiera apagarlo. Cuando bajo, me encuentro a mi hermano y a mis dos amigos, esperándome.
Decidme –pido.
¿Aburrida? –pregunta Ainhoa mientras me coge de la mano.
Un poco. Quería estar un tiempo sola arriba, pero la verdad que ha sido una tontería –admito.
Hemos pensado ir a jugar a los bolos. Miguel ha visto en internet que hay por aquí cerca un pequeño centro comercial donde hay bolera –dice Ángel entusiasmado. Les miro a todos fijamente y finalmente termino cediendo y sonrío ante su propuesta.
¿Bolos? ¿Por qué no? –digo.
Genial. Creo que papá y mamá también quieren venir –dice mi hermano.
Cuantos más mejor –es lo único que se me ocurre contestar.

En menos que canta un gallo, salimos todos por la puerta; y cuando digo todos, me refiero a todos, sin excepciones. Es decir, Sami también viene. Nos subimos todos en la furgoneta y nos vamos hacia el centro comercial que dice haber encontrado Miguel en internet. Ponemos la dirección en el GPS del móvil de mi hermano y vamos dirigiendo a mi padre hasta llegar a lo que se supone que es allí un centro comercial. Un edificio de dos alturas, pequeño. Dentro de él, cuatro pequeñas tiendas y una bolera. Enarco una ceja, en señal de protesta, pero Ainhoa me pega un codazo. La miro enfurruñada, pero dejo de quejarme.
Pasamos una tarde genial, he de reconocerlo. Y además sin Luca. ¡Mierda! Tengo que dejar de pensar en él a todas horas. Si está, porque está y si no está porque no está.. Dios mío Ana, no sé que le pasa a esa cabecita loca que tienes...
La primera vez que tiro la bola, ésta va a un lateral, sin apenas rozar un solo bolo. Pero eso les pasa a casi todos los demás. Nos reímos, intentando ver cómo tiran los demás y poco a poco le vamos cogiendo el tranquillo, aunque algo tarde. Allá por la séptima partida.
Ana, tú no tiras como los demás –me dice Ángel. Miro la forma en que cojo la bola.
¿Cómo tiran los demás? –pregunto inocentemente.
Así –dice Ángel cogiendo una bola y poniéndose en posición de tirar.
¡Aahh! –digo mirando mi mano. La palma de mi mano mira hacia atrás, mientras la de Ángel mira al frente.–. Pues no sé, siempre he cogido así la bola, digo mirando mi mano y la suya.
Probaré con tu técnica –me dice Ángel
Y yo con la tuya –digo acercándome a la pista para tirar. Coloco la mano como he visto que la tenía Ángel. Cojo fuerza y echo mi brazo hacia atrás. Después dejo que la gravedad deslice mi brazo hacia delante. En cuanto este pasa por la línea media de mi cuerpo, mi muñeca instintivamente se gira y lanzo la bola haciendo una extensión de muñeca, que me sale solo.
Termino ganando la partida, aunque no sé muy bien cómo, pues soy un poco manca para los bolos. Vamos, que mis padres, mi hermano, y mis amigos son más mancos y yo.. Y eso ya es decir.

* * *

Otro día más pasa, familiar. Estamos todos en casa, viendo la televisión y hablando de todos los temas que se nos ocurren. Yo suelo escuchar todo, paseando mi mirada de uno a otro. Me gusta solamente escuchar y ver las “peleas” sobre diferentes puntos de vista, la conversaciones en las que todos están de acuerdo en todo... (que suelen ser pocas). Sonrío al ver a mi familia junto a mis mejores amigos, todos juntos. Sami en mi regazo...






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