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lunes, 3 de junio de 2013

WEREWOLF - CAPÍTULO 4 - "BETTA"


Capítulo 4

Cathara (Betta)




     Y nosotros somos los Betta. El último eslavón de la cadena. Mis padres, tíos, y abuelos también lo son. Seguimos los pasos de los Levedit, hacemos caso a los Hécate y somos unidos por Norma. Somos meros soldados.

     Los más jóvenes vamos al instituto ya que los Hécate ven necesario que sepamos como viven los humanos, aprendiendo a respetarlos y aprendiendo la cultura. Esto es por la mañana, por la tarde, tenemos dos clases con los Levedit acerca de la licantropía.

     Cuando somos más pequeños para enseñarnos qué es la licantropía. Cuando somos más mayores, para explicarnos el proceso y cómo debemos comportarnos desde el momento en que nos convirtamos hasta el final de nuestros días.

     Vivimos en Norguega, completamente en Kiruna, desde hace Siglos. Nuestra cueva se llama Maat, que significa equilibrio.

Tenemos en otro lugar que nunca nos han dicho los Hécate otra cueva, por si debiéramos huir, llamada Inanna (diosa Madre).

    Convertirnos en licántropos es lo que queremos todos los jóvenes. Nos educan para desearlo y amar nuestra condición.

     La metamorfosis se hace mediante una ceremonia en luna llena. A ella van el clan entero, salvo los niños. A partir de los quince, debes ir.

    Al principio, cuando te cuentan la primera vez que no elegirás a tú pareja, las chicas, miramos a todos lados, mirando a todos los chicos dos años mayores que nosotras, esperando que al verle, notemos algo. Después, poco a poco olvidas que han elegido tu destino y empiezas a vivir la vida.

    A las mujeres, dos meses antes de nuestro vigésimo cumpleaños, una carta lacrada nos es entregada en mano por el Levedit Superior. En ella, está escrito nuestro destino. En ella, dicen que pone el día que serás convertida en licántropo y conocerás tu pareja y con ella, tu destino.

El día de la ceremonia, no se nos está permitido ver a nadie hasta la hora de la ceremonia. Se supone, debemos pasar el día encerradas arreglándonos.

     Al hombre, se le comunica mediante carta, el día en que será convertido, tres años antes que las mujeres, a los dieciséis. Esto se hace para que después pueda ser el hombre el que enseñe a la mujer a poder controlarse. (se supone que el hombre en esos cinco años ha aprendido). A mí me parece machista, pero es una tradición milenaria y no voy a ser quien la cambie ni quien luche contra los Hécate.

El día de su unión con la mujer, recibe otra carta, lacrada, en la que se le pide vaya a la ceremonia para unirse a su esposa, jurando protegerla hasta la muerte.
El mismo día, se suelen celebrar varias ceremonias, de tal manera que ni el hombre ni la mujer sepan lo que verán detrás de las cortinas hasta que éstas no sean abiertas por Norma. ¿el por qué? Lo desconocemos, tal vez por la sorpresa de encontrar a tu futuro compañero esperándote, tal vez por el morbo que les da a los Hécate ver las caras de todos los que asisten a la ceremonia, así como a los futuros compañeros.

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