Capítulo
28
-Ahora-
Los
días van pasando poco a poco, clases con la hija de Jose, horas en
el laboratorio, horas en casa de Jose repasando los avances y los
fracasos. Algunas veces, Ana y yo coincidimos en el despacho de Jose.
Otras por los pasillos de la casa o simplemente por alguna
habitación.
He
notado que cada vez me cuesta más controlar todo a mi alrededor.
Solía (y digo solía porque ya no sé qué pensar) ser de controlar
todo lo que pueda, no dar ningún paso en falso. Con este trabajo
cada vez me cuesta más.
Padre
ha llamado varias veces para saber cómo va avanzando el proyecto.
Chiara y mi tía también me han llamado, mi madre también.
Siguen
pasando los días y algo va cambiando dentro de mí (suena cursi,
pero no sé como explicar la sensación que va creciendo dentro de mí
de modo alucinante). Ultimamente paso más tiempo en casa de Jose de
lo que debería; y más pasando el tiempo con su hija y no con él.
No dejo de pensar en ella. Esta niña me tienta, me tienta a cada
segundo que paso con ella. Me absorve. Es... bella. Me atrae más de
lo que debería. Me cuesta separar los ojos de ella. Lo peor es que
paso tiempo con ella porque veo las cosas diferentes a su lado, todo
parece mejor. Es verdad que me lo paso bien vacilándola, pero
también me lo paso bien solamente observándola. Es como si fuera mi
obsesión. No sé qué me pasa con ella. Nunca me había pasado. Es
posible que sea porque quiero lo que no puedo tener. Porque así reto
a Padre. Él siempre nos recuerda eso de “no formar lazos con
nadie” y es lo que terminaré haciendo yo como siga así. O es
posible que mi subconsciente me guíe por el mejor camino para
conseguir el suero. Si estoy con la hija de Jose, todo será más
fácil. Sacudo mi cabeza para quitarme esa idea de la cabeza. La razón
por la que estoy cerca de la hija de Jose no es utilizarla. O tal vez
porque me recuerda tanto a Chiara... Tan inocente y llena de sueños.
Pero no, muy a mi pesar... creo que es más que ver a Chiara en su
cara, más que conseguir el suero...
¿Y
cuándo me he dado cuenta de esto? Tal vez ahora mismo. Cuando he
tenido tiempo de pensar en mí y lo que ronda mi cabeza desde hace
semanas.
Siguen
pasando las semanas y cada vez es peor mantenerme cerca de ella sin
tocarla. No sé cómo he podido llegar a esto. Yo no soy así. Soy
insensible. Y sin embargo ahora mismo parece que no lo soy. Me
recuerda a Chiara pero a la vez... hay algo más... algo que no sé
qué es. Esto no es bueno. Ni para mí, ni para ella, ni para el
trabajo, me repito una y otra vez, pero eso no cambia nada.
*
* *
Ayer
me pasé por casa de Jose, no pude apartar los ojos de su hija hasta
que se fue con sus amigos y su hermano al cuarto. Nuestras miradas se
cruzaron y... ¿me pareció que se paraba el tiempo? Estoy MUY MUY
mal. No pude apartar los ojos de ella hasta que Sami se lanzó sobre
mi abdomen y me movió. Bajé la mirada. En cuanto volví a subir mi
mirada, los ojos de Ana ya no estaban. Me pasé pensando en su mirada
la tarde entera. Sus ojos marrones, que cualquiera podría decir que
son como el 99,9% de la población; pero los suyos, son simplemente
diferentes. Más brillantes, más... Todo. Preciosos, bellos...
Inigualables... Se podría decir que son transparentes, se puede ver
su alma a través de ellos. Un alma pura, no como la mía que está
carcomida por ira, venganza y odio.
Me
estoy volviendo loco con todo esto. Un día no la soportaba, la
odiaba, la quería lejos y el otro no puedo estar sin echarla un
vistazo cada vez que estamos en la misma habitación ambos. En cuanto
entra en mi campo de visión, mis ojos buscan los suyos. Maldito
bipolarismo.
*
* *
Siguen
pasando los días y cada vez me concentro menos en mi trabajo
principal. Cada vez miro más a Ana. Veo a Chiara en su rostro, pero
a la vez a veces logro separar ambos rostros y simplemente mirar a la
hija de Jose. Noto que es como un sentimiento creciendo en mi
interior. Algo raro, pues creo que hace mucho tiempo que mis
sentimientos se extinguieron, dejando solo sitio para ira, odio... Y
con mucha suerte algo de amor para Chiara.
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